Decoración con “bloques de color”, o “color blocking”
El uso de “bloques de color” o “color blocking” es habitual en moda y se ha trasladado a otras áreas del diseño, como el gráfico, y ahora el diseño de interiores. Básicamente se trata de combinar diversas piezas o superficies de diversos colores, especialmente lisas y en tonos intensos.
El color blocking es un recurso arriesgado, ya que muchas veces los colores pueden combinar entre sí, pero a veces no, y realmente no es lo más importa. Si no que se trata de dar vitalidad a los ambientes con colores vibrantes en distintos elementos. El objetivo es crear un espacio alegre, llamativo y lejos de lo clásico.
La manera más sencilla de aplicar esta técnica en tu casa es en mobiliario y textiles. Aquí no existe el “todo a juego”. Un recurso habitual es usar sillas de colores distintos. En un tono distinto el sofá, y en otro los almohadones. Las cortinas también deben destacarse del color de las paredes. Y las alfombras de tonos vibrantes en contraste con los muebles.
Si te animas a tomar riesgos, es posible que puedas pintar el techo de un tono vibrante, en contraste con las paredes. De otra manera opta por pintar una o dos paredes de colores distintos al resto del ambiente. Sin duda puedes destacar puertas y ventanas en tonalidades llamativas.
Si temes a que el resultado sea demasiado colorido y no va con tu personalidad, pinta las paredes de un color neutro, como blanco, gis suave o arena, y aplica el colorido en los muebles y complementos. Deja los colores más intensos para las superficies más pequeñas.